EFECTO HALO EN COMUNICACIÓN
A lo largo de nuestra vida aprendemos que las primeras impresiones marcarán nuestro camino. En el ámbito de la comunicación, no sólo es crucial una primera buena impresión, también hay que saber manejar esa imagen a lo largo del tiempo.
¿Pero por qué nos dejamos llevar por esa primera impresión? En psicología se denomina efecto Halo. Un sesgo cognitivo por el cual la percepción de un rasgo en concreto nos influye en la percepción de otros rasgos. Tendemos a interpretar el resto de los rasgos a partir de esa primera percepción.
Dentro del ámbito comercial esto hace que tener una primera opinión de un producto en determinada marca influya sobre la que tengamos del el resto de los productos. Dejamos inconscientemente los datos objetivos que podamos tener sobre el producto.
Las empresas son muy conscientes de ello y utilizan este factor en su propio beneficio. El ejemplo más destacado lo protagonizó Apple en el año 2005 con su campaña de siluetas.
En esta campaña Apple demostró ir un paso por delante. La campaña se basaba en siluetas de jóvenes que se movían al son de la música. Apenas podía reconocerse que el dispositivo que manipulaban era un iPod. Las siluetas bailaban al son de la música y tan sólo destacaba el blanco del dispositivo y los auriculares.
Sufrieron entonces el efecto Halo. Esta campaña generó una opinión positiva sobre el producto que atrajo a los compradores más jóvenes hacia Apple. El iPod se convirtió en su producto estrella, pero generó además un aumento en las ventas del resto de productos.
Los PCs llevaban años estancados en un mercado difícil. La apreciación positiva sobre este nuevo producto se expandió al resto de productos enganchando a los jóvenes en la compra de nuevos PCs.
En definitiva, esto es sólo un ejemplo de la transcendencia que este sesgo cognitivo puede tener en comunicación. No sólo a nivel empresarial sino también social. Este efecto nos hace crear percepciones en reuniones, encuentros, entrevistas de trabajo…